Cuando deseamos placer, cuando abrimos nuestra mente a nuevos caminos, cuando esa mente desea descubrir nuevas sensaciones, nuevos estimulos, nuevas y motivantes situaciones..., somo capaces de entregarnos a aquello que no creiamos ibamos a probar...
Una cita..., con la mente abierta, con el deseo palpitando, con el morbo llamando insistentemente... y un dejarse llevar por quien sabes que es capaz de llevarte más allá dandote ese morbo y ese placer...
Unas esposas, un antifaz, un latigo de piel... y ponerse de modo confiado manos de quién está dispuesta a hacerte gozar entre morbo y placer...
Sin poder moverse, sin poder ver..., sólo sintiendo cada momento, cada roze, cada azote, cada estimulo, cada orden... Una mezcla de morbo, placer y desconcierto que me llevó una y otra vez al extasis constante...
Mente abierta en la busqueda del placer