domingo, 6 de mayo de 2012

Soy profesional del sexo, si, pero puedo decir NO...

Yo no soy ellas, yo no soy quién debe "soportar" a nosotros mismos los clientes, pero hoy, sin ser ellas y sin estar dentro de ellas, si que me identifico con lo que en ocasiones deben sentir y sienten, con lo que en ocasiones deben pensar y piensan... Y es que sin ser ellas, entiendo su derecho a decir NO, por mucho que nosotros los clientes nos "creamos" con el derecho de: Todo vale porque pago...

Por eso hoy escribo en primera persona como si fuese una de ellas, porque así lo siento y así hablo por boca de todas y cada una de ellas...

"Me dedico al sexo de pago, si..., pero dedicarse a eso no es decir siempre que SI a todos y cada uno de los clientes. Ni tan siquiera es decir siempre SI a lo que me pidan ni a cuantas veces lo pidan.

Si, esta es mi profesión, y como cualquier profesión, me confiere la libertad de "elegir" a quien quiero como cliente y a quien no, de que condiciones estoy dispuesta a aceptar de ellos y a cuales no.

Si, cobro por dedicarte mi tiempo, y con ello en ocasiones; las más; mi sexo, pero sólo si YO estoy de acuerdo en ello, no si TU te crees en el derecho de ello.

Me contratas para que consumemos lo pactado, pero esa es la palabra: pactado, y si no quiero algo de lo que TU quieres..., digo NO y tu has de respetarlo, aunque a veces te creas que po pagar tienes derecho a que siempre digamos SI a todo y eso es... cuando menos lo más alejado de la realidad.

Tengo derecho a decirte que NO, aunque ni siquiera te conozca..., tengo todo mi derecho y libertad de negarme a ese conocimiento. Y mis razones son mías y no debo esgrimirtelas, tan sólo usar mi derecho al NO y no aceptar tu propuesta, no atender tus llamadas o no contestar tus correos.  Es MI libertad, no tu libertinaje.

Si, quedé contigo una vez, tuvimos una cita y TU tras ella te creiste ya que era una de tus admiradoras incondicionales y que siempre iba a decirte SI..., pero te equivocaste: sólo hacía mi trabajo y aunque lo hice bien y quedaste embelesado con ello.., en todo momento sabía que era esa vez y no más.  Ese es mi derecho: decir NO a una segunda vez, porque aunque TU creas que puedes decidir, TU sólo puedes proponer y YO decidir sobre tu propuesta... Y no.., una vez fue suficiente contigo. MI tiempo y MI dedicación es para quién yo decida, no para quien TU pretendas.

Este es mi trabajo y trato de ejercerlo lo mejor que se y de que quién este conmigo sienta en cada momento que es único y especial..., pero no te olvides que estoy trabajando y que cuando TU creas que me tienes "enamorada", "cautivada", "entregada", "deseosa de ti y de tus llamadas, mensajes, propuestas y dinero", no es más que una muestra de que de verdad hago aquello para lo que me contraste, pero asume que el contrato termina cuando termina ese servicio y que para un nuevo servicio hay un nuevo contrato y unas nuevas condiciones en que ambas parte estamos de acuerdo... AMBAS.., no sólo TU. 

Si, soy profesional del sexo de pago, pero decido por MI misma y llames mils veces o dos mil, si YO no quiero ser contratada por ti, tengo mi derecho a decir NO y diré NO.

Quisiste quedar conmigo y no lo "conseguiste", quisiste repetir y no "pudiste", querias algo a lo que no llegaste y eso te debería hacer darte cuenta de que TU contratas, pero YO acepto o no ese servicio.

Mis compañeras y YO podemos parecer objetos para TI, pero sólo somos un servicio que contratas y no TU objeto siempre disponible para TI. Somos profesionales, no TUS profesionales.

Tal vez lo entiendas o no, tal vez lo comprendas o no, tal vez lo aceptes o no, tal vez lo compartas o no, pero..., una profesional del sexo de pago tiene todo su derecho a decir NO..., como lo tienes TU. Lo que nadie tiene es la obligación de decir SI.., ese es también un derecho...

Si, ésta es mi profesión... y en el libre ejercicio de la misma, tengo justamente ese derecho, el de la libre elección: YO decido..."

Va por todas vosotras, que alguna vez habeís tenido que aguantarnos a nosotros, los clientes que nos sentimos con todo el derecho de conseguir lo que deseamos sin valorar que vosotras tenéis justamente todo el derecho a decir no, porque el derecho a la libre elección es siempre vuestro. Va por vosotras que un día y otro debéis soportarnos con llamadas y mensajes pretendiendo que digáis que si a algo o alguien que no deseáis decir que si.

Va por vosotras...
Seguid diciendo que NO, cuando así lo sintáis.., es vuestro derecho.