sábado, 28 de diciembre de 2013

Tente en mejor estima...


Ese "tente en mejor estima..." es algo simple de decir y es a su vez algo que debería decirse a todo el mundo y a su vez aplicarse a uno mismo, pero que en el mundo del sexo de pago puede terminar por convertirse en una norma a seguir y en un pensamiento positivo que debe aplicarse en cada momento del día y sobre todo en cada momento en que se ejerza la profesión...

¿Cuantas mujeres que ejercen esta profesión terminan por decir o pensar eso de: "No valgo nada... ni nadie puede quererme porque soy una puta"?.

Por desgracia he oído esa frase más de una o dos veces..., por no decir que las he oído muchas veces. Y es que hay muchas mujeres, que como tantas, entran en esta profesión por necesidades económicas pero que nunca llegan a asumir esa decisión y aunque ejerzan de modo profesional su trabajo, en su mente no aceptan esa situación y viven con la amargura de sentirse degradadas y menospreciadas por ellas mismas, ya que aunque no lo aparenten viven con la losa sobre ellas de que están ejerciendo un trabajo que las hace menos personas y menos válidas para los demás...

Triste ver y sentir eso en personas de gran valía... pero que asumen la profesión como un menosprecio a esa valía...

Todas y cada una de la mujeres que trabajan en el sexo de pago deberían y deben ver este como una profesión y nunca como algo que las degrade como personas. Es más, deberían ver esta profesión como algo que las haga valorarse aún más como personas, como algo que les de un verdadero plus a su personalidad porque han sabido tomar una decisión que no fue fácil en sus inicios, porque han sabido ejercer una difícil profesión con esmero con entrega con actitud, porque han sabido mantener siempre la sonrisa en su rostro en momentos en que a lo mejor deseaban dejar que fluyesen las lágrimas, porque han sabido dejar salir facetas de su modo de ser que a lo mejor no conocían, porque ejerciendo su profesión han demostrado que tienen empatía hacía los demás, aparcando sus males propios para apoyar a sus clientes de modo físico o moral, porque han sabido, aunque a veces no lo vean, ser mejores personas, ser mejores en lo que hacen y ser capaces de mostrar y demostrar su verdadero valor como personas...

Si, muchas de ellas no lo ven y deberían verlo... y todas ellas deberían cambiar ese: "No valgo nada... ni nadie puede quererme porque soy una puta", por... "Soy puta y eso demuestra lo que valgo, de modo que para quererme... has de valer mucho"

Que no falte la autoestima, porque vuestro trabajo se la merece toda...

sábado, 24 de agosto de 2013

El deseo...

 
 
El deseo a veces es volátil y en otras ocasiones el deseo es perpetuo...
 
Vamos y venimos a través del mismo y en muchas de las ocasiones ni sabemos que lo ha motivado ni entendemos que lo ha generado, pero si que sentimos que nos llama y por ello anhelamos vivir ese deseo y satisfacer esa "ansia" de placer que parece ser lo único que nos motiva e interesa...
 
Así es el deseo, ese algo que palpita sin que hayamos hecho nada por hacerlo palpitar y que cuando lo hace nos incita a vivirlo.
 
Pero lo cierto es que no siempre sentimos esa llamada, si no que hay épocas en que sentimos deseo en todo momento, en cada instante, en cada situación y antes personas variadas y en casos muy distintos. Son esos momentos en que el deseo es uno con nosotros y en el que las sensaciones que nos piden placer están ahí, a flor de piel, queriendo ser vividas, queriendo ser saciadas, queriendo ser vividas y sentidas. Y cuando sentimos esa llamada del deseo, nos dejamos llevar o nos queremos dejar llevar para tras vivirlo seguir deseando vivirlo más y más. Y es que en estos casos el deseo se retroalimenta, el deseo se llama a si mismo y es el mismo quién nos hace creer en más y en desear más a pesar de que ya hemos hecho lo querido por calmarlo. Pero es que en estos casos..., es insaciable, y alimentarlo le da más apetito, le crea más deseo y cada uno lleva a otro y a seguir y seguir...
 
Así es el deseo...
 
Pero también es cierto que en otro momentos el deseo está apagado, dormido, aletargado, sin ganas de nada ni de nadie y aunque se le llame... no acude.
 
Así es el deseo, ese algo que en ocasiones ni existe ni se le espera y que pase lo que pase a nuestro alrededor sigue ausente sin dar señales de vida.
 
Va en los dos sentidos, en el de ida y en el de venida, en el de motivar y en el de letargo, en el encender y el apagar... y hagamos lo que hagamos el funciona por libre y acude cuando quiere para irse cuando lo place...
 
O no es así y... ¿algo en nosotros, en nuestro interior es lo que le llama y le dice adiós?. Preguntas sin respuestas, problemas sin soluciones..., pero sea como sea, me gusta el deseo, me gusta sentirlo, me gusta vivirlo, me gusta llenarlo, me gusta saciarlo... para volver a alimentarlo y seguir sintiendo su llamada para seguir disfrutando de él y con él...
 
Así es el deseo...

domingo, 24 de febrero de 2013

Por que soy una profesional...



Te gusta ella, sabes que te atrae, sabes que lo que muestra te convence, sabes que lo que ves te seduce..., pero sigue con esa duda.

Cuando estamos con una profesional del sexo, con la que por la vía que sea hemos contactado, siempre terminamos por pensar esas cosas, por tener esas dudas, por tener ese temor a que nada sea como parece y la experiencia no sea lo esperado y deseado...

¿Cómo saber si será un "éxito"?, ¿cómo saber si lo que nos gusta antes de.., se convertirá en un nos gusta durante...?. Nadie tiene la respuesta, nadie sabe a ciencia cierta si será así o no a no ser que se aventure a probar, a descubrir, a arriesgar por vivir ese momento deseado esperando que ella sea la que nos va a hacerlo vivir.

Esas cosas se piensan, pero también se puede preguntar, porque las palabras son a veces envolventes y nos hacen decidirnos por el si definitivo o también pueden hacer que frenemos el impulso nacido del deseo atractivo. Aunque la verdadera pregunta es que preguntar, que decir para saber, para descubrir.... Y de nuevo nadie tiene la respuesta exacta...

En más de una ocasión me he encontrado en esa disyuntiva de tomar la decisión sobre si decir si o no a la tentadora dama que me estaba atrayendo sugerente pero a la que a la vez me creaba esa incertidumbre sobre si sería un acierto o un error seguir adelante con ella. Y por ello les he planteado la más simple de las preguntas, la más absurda de las preguntas..., pues puede contestarse del modo que yo desee oír sin ser la realidad, pero... es la que me nace, porque en la respuesta o en como se de, más allá de las palabras, puedo encontrar el impulso final que me haga decir si o me haga decidir por el no...

Y por ello pregunto:

"¿Por qué debería irme contigo y no con otra...?, ¿por qué debería dejarme llevar por ti...?, ¿por qué tu has de hacerme pasar un momento maravilloso e intenso?, ¿por qué debo creer que tu vas saber darme lo que necesito...?, ¿por qué debo creer que vas a entregarme todos mis deseos...?, ¿por qué...?"

Respuestas de todos los tipos, de todos los colores, con todos los matices, con mejores y peores razones, con buenas y malas razones... Pero por encima de todas, una respuesta contundente, una respuesta convencida y una respuesta por su simple y aplastante lógica, demoledoramente eficiente:

"Porque soy una profesional.."

Irrefutable...

Y es que el sexo de pago es eso, una profesión, donde se espera que este ejercida por profesionales, por personas que saben hacer su trabajo y entienden que ese saber hacer su trabajo es conseguir que el cliente reciba y encuentre en ese encuentro íntimo todo aquello que andaba buscando... Y aunque el sexo de pago no siempre es bien entendido, lo cierto es que es eso..., una profesión, y como tal debe ser ejercida por profesionales y que a su vez como en toda profesión, uno puede encontrarse buenos y malos profesionales...

Aunque luego, uno se plantea nuevas preguntas, como podría ser si el sexo de pago está siempre ejercido por profesionales, pero... esa es otra pregunta...

sábado, 19 de enero de 2013

En la humedad de un jacuzzi...

Hace tiempo escribí mi primera "experiencia sexual" en un jacuzzi... y hoy la recupero ante un humedo recuerdo excitante en mi mente y por ello quiero compartir lo vivido aquella primera vez.




No era la mujer mas bella del mundo...
No era la mujer mas voluptuosa del mundo...
No era la mujer mas...

Pero si era la mujer mas provocadora que me había encontrado...
Pero si era la mujer mas sensual que me había encontrado...
Pero si era la mujer mas...


Poco a poco me cautivo..
Poco a poco supero mis barreras...
Poco a poco se acercó a mi...
Poco a poco me derritió..
Poco a poco me sedujo por completo...
Poco a poco...

Y de su mano conocí placeres sensuales..
Y de su manos conocí situaciones excitantes...
Y de su mano conocí el sexo mas morboso...
Y de su mano...

En mi vida había estado en un jacuzzi..., y menos pensaba conocer uno acompañado de aquella mujer de rompe y rasga.. no por ser la mas bella pero si por ser la mas sensualmente provocadora y morbosa que jamás había conocido...
Sus besos cálidos, humedos, largos y profundos como pocos me habían llevado ya al extremo de la excitación... Era un hombre entregado al deseo, entregado a su deseo, entregado a ser lo que lla desease que fuese...
El jacuzzi.., burbujeante y humeante... me llama.. y me llama a entrar en el en apasionante compañía...
Ella me ha llevado hasta alli... y sin dejar de besarme, sin dejar de acariciarme me despoja de mi ropa y me lleva hasta el borde del jacuzzi, para... con esa voz insinuante que me había ido regalando todo el tiempo decirme: “Entra... relajate y disfruta...”

Y allá estaba yo, invadido por la burbujeante sensación del agua a mi alrededor.. mirando como aquella mujer me regala “sólo para mis ojos” un maravilloso striptease en que poco a poco fue iluminando mi mirada con un sensual despojarse de ropa... mostrando su piel tersa y desnuda...
Mi excitación no ceso de subir en ningun momento.. solo contemplando a esa mujer que pronto iba a estar a mi lado.. o tal vez encima.. o tal vez debajo.. No lo sabia, pero seguro que iba a estar dentro del jacuzzi conmigo...

Y entró...
Y se acercó a mi...
Y me acarició..
Y el agua entró en una mayor ebullición...

Besos, caricias, lenguas avidas una de la otra, manos que se tocan, manos que se buscan...
Y ella en su sensual morbosidad... coge la copa de cava que habiamos traido con nosostros y.. echando su cuerpo para atrás.., mostrándome sus firmes pechos... deja caer el preciado néctar del cava sobre sus pechos.. invitándome a beber en ellos...

Dulce sabor...
Dulce sensación...
Dulce excitación...

Y no puedo resistir mas y deseo penetrar dentro de ella y explotar mi ardor en su interior...
Pero ella... avida de llevarme al limite de mis sensaciones... busca hacerme llegar a donde no he llegado jamás...

Llena su boca de cava...
Me mira ardientemente sensual...
Sonrie...
Y se inclina haciendo que mi cintura se eleve para sacar mi erecto miembro fuera del agua...
Y su boca se funde con el... inyectando en mi el chisposo cava.. arrancando gemidos de placer de mi garganta...

Se retira...
Coge un cubito de hielo...
Lo pasa por sus tambien erectos pezones..
Su calor natural los derrite...
Mi cuerpo se arquea de nuevo volviendo a mostrar mi excitada erección...
Sonrie de nuevo...
Coge otro cubito...
Lo mete en su boca y...
De nuevo mi miembro se pierde dentro de ella..., sintiendo el calor que desprende y el frio gelido del cubito...

Sensaciones llevadas al extremo...
Sensaciones sentidas en su totalidad...
Sensaciones que me arrastran a un mundo de placer sensual y morboso...

Y sólo fue el principio...
Aquel jacuzzi..., mi primer jacuzzi me enseñó, de manos de aquella mujer.. lo placentero que puede ser el sexo humedo...

Un autentico placer...